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Yate
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¿Qué tipos de financiación náutica existen?

 

Todos sabemos que la adquisición de una embarcación supone una gran inversión desde el punto de vista cuantitativo. El precio de esta variará dependiendo de características como la eslora, si se trata de un yate a vela o a motor o de si es un barco nuevo o de ocasión; sin embargo, sea cual sea el barco que desee, su compra supondrá un gasto importante en su vida.

No obstante, debe tener en cuenta que, de la misma forma que existen préstamos diseñados para financiar los estudios o para comprarse un coche, también existen diferentes formas de financiación que pueden ajustarse al tipo de embarcación en la que esté interesado, a su antigüedad y al importe inicial de la compra.

De esa forma, si quiere comprar un barco, pero no dispone de la totalidad del dinero necesario, busque la opción de financiación que más se adecúe a sus necesidades y podrá conseguir el barco que desea.

Antes de escoger una opción de financiación u otra, deberá valorar las diferentes ventajas que aportan cada una de ellas a cada caso particular. Por ello, en este artículo vamos a analizar las diferentes opciones de financiación de barcos para que pueda elegir la que más se adapte a sus necesidades.

Hipoteca náutica

La hipoteca náutica o naval es un sistema de financiación que funciona de la misma manera que las hipotecas para la compra de una vivienda o de un local.

En este tipo de financiación la empresa financiera cede una cantidad fija al cliente para realizar la operación. Por su parte, el comprador ofrece una garantía a la entidad financiera en caso de impago del préstamo. Esa garantía puede ser el propio barco hipotecado o cualquier otra propiedad previamente acordada entre la empresa financiera y el cliente. De esa forma, en caso de que el comprador no responda, la entidad ejecutaría la hipoteca sobre el bien pactado.

El sistema de hipoteca náutica permite la financiación de hasta el 75% del valor de tasación del barco. El plazo máximo al que se conceden es de 15 años y el tipo de interés de referencia es el Euribor, aunque suelen tener un diferencial más elevado que para la vivienda.

Este sistema de financiación es el más utilizado para la compra de una embarcación comercial o para un barco de pesca y de trabajo.

La ventaja de este tipo de financiación es que, como hay una garantía, los intereses de devolución son más bajos que en otras fórmulas. Sin embargo, los gastos de notaría, tasación y registro y las comisiones de apertura y cancelación suponen su principal inconveniente.

Crédito náutico

Otra forma de financiar la compra de un barco es negociar un préstamo o crédito personal con la empresa financiera.

En este sistema de financiación el cliente que quiere adquirir una embarcación solicita el dinero a la entidad financiera y esta lo concederá teniendo en cuenta la garantía personal del acreditado.

Con el crédito náutico podrás obtener un préstamo por el 100% del precio de compra; de esa forma el cliente podrá financiar la totalidad de la compra y no tendrá el límite del 75% que, como hemos visto, tiene la hipoteca naval.

Otra de las ventajas del crédito personal o náutico es que conlleva menos gastos de gestoría, notaría, tasación o registro, pudiendo realizarse la operación en contrato privado con un simple certificado de inscripción, en función del montante de la financiación y de las características de la embarcación. Por su parte, el principal inconveniente, es que el tipo de interés del préstamo personal suele ser más elevado que el de las hipotecas.

El principal usuario de este tipo de producto es el comprador de embarcaciones de recreo nuevas para el uso del alquiler o chárter y particulares para la compra de embarcaciones de ocasión (usadas).

Leasing náutico

Otra forma de financiación náutica es el leasing náutico. Este modelo tiene cada vez más adeptos tanto entre el comprador particular como para las empresas náuticas, en especial, por la fiscalidad ventajosa que ofrece; de hecho, es la fórmula mayoritaria de financiación de las embarcaciones en Italia, Francia y Portugal. El leasing náutico es un contrato de alquiler con opción de compra a largo plazo. Este método consiste, en esencia, en que una empresa adquiere un barco que es alquilado al cliente final durante un periodo de tiempo determinado (normalmente, entre 4 y 15 años).

Los pagos se realizan mensualmente y, una vez finalizado el plazo pactado, lo normal es que el usuario pueda ejercer la opción de compra y adquirir el barco en su totalidad pagando el valor residual previsto en el contrato.

El leasing español permite fraccionar el pago del IVA y de parte del valor del barco, mediante la aportación de una entrada de aproximadamente un 30%.

Existen dos tipos de leasing más en el mercado: el francés y el italiano. Estos métodos de leasing son parecidos al leasing español, pero se formalizan con un banco francés o italiano y tienen plazos y valores mínimos distintos. La principal ventaja de estos contratos es poder beneficiarse de un régimen de IVA más favorable siempre que se cumplan ciertos requisitos.

La ventaja de esta modalidad de arrendamiento es que el cliente tiene la posibilidad de comprar la embarcación posteriormente, de tal modo que no es necesario inmovilizar un capital considerable para disfrutar del barco en cuestión. Además, debemos añadir que también existen ciertas ventajas fiscales derivadas de la navegación en aguas no comunitarias, además de la posibilidad de subrogar la financiación.

 

En cualquiera de los casos, la financiación de su barco es algo que deberá evaluar con tiempo, analizando en detalle todas las opciones. Lo ideal es consultar a un asesor que pueda determinar cuál es la mejor forma de financiación para el tipo de barco que quiere comprar, el uso que le va a dar, la zona de navegación, etc. Si está pensando adquirir una embarcación y necesita asesoramiento en su financiación póngase en contacto con SYSFINANCE y le ayudaremos a seleccionar la mejor opción financiera según sus circunstancias y posibilidades.